Venta ilegal de animales

Destiñen loros para venderlos más caros

El mercado negro maneja cerca del 80% de casi todos los rubros de la economía del país. Cientos de denuncias avalan que, por ejemplo, la venta de DVD’s o de CD’s (Leer “Manteros: la peligrosa mafia que le roba al cine") y la piratería textil acaparó a más de la mitad de los consumidores. Pero este mercado tiene una faceta que sobrepasa la ilegalidad y que atenta contra la vida. Es la trata de animales exóticos en peligro de extinción, un negocio millonario.

Si bien no se contabiliza en cifras oficiales, se estima que en Argentina el comercio ilegal de fauna silvestre mueve cerca de U$D50 millones anuales, según expone el libro “La situación ambiental argentina 2005”, publicado por la Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA). Allí destacan que las especies más comprometidas son: la boa ampalagua, el cardenal amarillo, la tortuga terrestre chaqueña, el tatú carreta, el yaguareté, la vicuña y el venado de las pampas.

Aunque “los animales que más salida tienen para el comercio doméstico son: jilgueros, reinas moras, cardenales, loros (distintas especies), monos, lagartos overos, entre otros”, denunció a 24CON Liliana de la agrupación Familias Protectoras de Silvestres.

Ellos se encargan de recuperar animales y reinsertarlos en un hábitat natural. Por ejemplo, “si rescatamos a un pájaro, los llevamos al complejo Rivera Norte o si tenemos un lagarto lo llevamos a una estancia en Tigre”, ejemplificó la mujer. Y, según dicen, las ilegalidades están por todas partes. “Sin ir más lejos, hay una persona en la plaza de San Miguel, frente a la municipalidad, que vende loros desteñidos con agua oxigenada para que luzcan como loros amazónicos”.

Loro silvestre.
Loro desteñido con agua oxigenada.
El animal en cuestión es el Loro Barranquero, un ejemplar que se encuentra en una extensa parte del país, incluyendo el norte de la Patagonia, sur de Córdoba y otras regiones centrales. Las características verdaderas del Barranquero, confirma la Subcomisión de Fauna de Ribera Norte, son: “Plumaje verde oliva en la cabeza y dorso, alas azules, vientre amarillo con una gran mancha roja”. La cosa es que, frente a la “deshumanizada demanda”, como la denominan, los vendedores diseñaron una rara estrategia: “Los destiñen para venderlos como Papagayos Amarillos, porque, evidentemente, vale algún pesito más”.

Según pudo averiguar 24CON, el precio de un loro Barranquero en el mercado ambulante, rondaría entre los 1200 y los 2000 pesos. Sin embargo, la modificación con agua oxigenada, provocaría un incremento en el precio de, al menos, 100%. El resultado es muy favorable para los “truchadores de loros”.

La captura y comercialización de cualquiera de estos especímenes está penada por la Ley nacional 22.421. O sea que cualquier puesto ambulante, con tener en su poder alguno de los animales antes nombrados, podría ser automáticamente clausurado. Pero la realidad demuestra lo contrario. En la Feria de Villa Domínico, en el partido de Avellaneda, funciona la trata de mascotas a mansalva. Allí despliega su circo furtivo, cada domingo, Guillermo Fabián Tarello, un comerciante de 43 años que genera miles de pesos con los “prohibidos”.

Al respecto, uno de los directores de FVSA, Claudio Bertonatti, citado por Proyecto Geo, aconsejó a los compradores que: "Antes de adquirir una mascota, debemos averiguar si es legal y si podemos cuidarla bien" y advirtió: "Muchos creen que detrás del tráfico de fauna sólo hay un traficante, pero hay muchos más: funcionarios públicos, transportistas y, sobre todo, compradores".

Un cruel procedimiento


Estar dentro de la compra-venta de animales, tiene su costado más oscuro aún. En el negocio hay que “ser descorazonado realmente”, renegaron desde Protectores de Silvestres, porque “para lograr, por ejemplo, que un monito bebé llegue a la venta a través del mercado negro, se mata a su mamá a pedradas o tiros, ya que los monitos se trasladan hasta los seis meses abrazados a la panza de su mamá (posición ventral) y hasta el año, se sujetan del lomo de su mamá (posición dorsal), Por lo cual, al caer muerta la mona, arrancan a la cría de su cuerpo  y en muchos casos, otros miembros de la tropa (ya que viven en comunidad), salen en defensa contra el cazador”

Por consiguiente, según explicó Liliana, “también es necesario matar otros monos del grupo. Resumiendo podemos decir que detrás de cada monito que se comercializa, existe una gran ‘desgracia primate’. Muchos de estos monitos no resisten el traslado, la falta de alimento ni el frío. El trato hacia de los traficantes obviamente no es maternal”, finalizó la mujer.
 

Preocupa el aumento de venta de exóticos por Internet

La otra cara de la trata no tardó en llegar al mundo virtual. Situación que disparó exponencialmente la oferta de animales y que se hizo posible a través de muchos formatos digitales.

En este contexto, las plataformas de subastas online fueron las pioneras en ser el eco de los “comerciantes” silvestres. Reconocidos nombres como Mercado Libre (MELI), De Remate (DR) y OLX, las principales prestadoras de estos servicios, intentan frenar la publicación de este tipo de ofertas, pero "no siempre es tan así", dijeron a este medio desde Dirección de Fauna Silvestre de la Nación. Por ejemplo, MELI, en sus "Políticas de Publicación" dentro del link "Artículos Prohibidos", anuncia que "No podrán ser ofrecidos ni vendidos en Mercado Libre aquellos animales cuya venta se encuentre expresamente prohibida por legislaciones vigentes tales como animales salvajes, en peligro de extinción, o sobre los cuales existe algún tipo de prohibición legal". 

 

Y si bien los nombres de los usuarios que relizan este tipo de publicaciones están borrados, los anuncios siguen vigentes. Los ejemplos son clarificadores. “Vendo Loro Hablador Amazona Aestiva Hembra Anillada Pichón 4 Meses (SIC)”, a $1699, publica un vendedor anónimo en Mercado Libre. La oferta tiene sus variantes, porque también pueden hacerse en “6 cuotas de 336” y monedas. En De Remate, un usuario de Boulogne, partido de San Isidro, dice: “Vendo Boa Esmeralda Nacida En Cautiverio” (SIC), pero en este caso hay que desembolsar un poco más por el ilítico: “U$D1200”.

 

La entidad estatal explicó que "todas estas especies son de comercio legal, siempre y cuando los criaderos estén inscriptos en la Dirección de Fauna correspondiente a cada provincia porque los animales tienen que tener papeles legales". Entonces, la sospecha toma otros rumbos, ¿serán estos criaderos legales?

 

Venta ilegal de animales en Villa Dominico

 

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