Este revolucionario invento funciona de manera extremadamente personalizada. Se elije la cerveza de la marca que más le guste al usuario y la temperatura se modifica según la cantidad de hielo introducida en el compartimiento de frío. Incluso, pueden lograrse cientos de “mix” cerveceros, según las marcas y los tipos de cebada que incluya.
Antes, las bebidas se consumían al natural. Los océanos fueron las primeras grandes heladeras y se desarrollaron cuando los viajantes comenzaron a sumergir sus bebidas para enfriarlas. Así, los piratas y filibusteros abrieron una puerta imposible de cerrar. Hoy impulsada mayormente por la juventud.
La industrialización trajo los famosos barriles y las choperas inundaron cuanto bar aparecía en las ciudades. Pero esto no bastó, porque las personas son partícipes en el nuevo siglo y la personalización de todo. “Mi PC; Mi Maletín; Mis contactos; y ahora, Mi chopera: un perfecto laboratorio Frankestein para el sabio del paladar.