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Una mujer de 45 años fue secuestrada en el barrio porteño de Flores y liberada casi diez horas después en la localidad bonaerense de Pablo Podestá tras el pago de 160.000 pesos de rescate, dinero por el cual los cinco captores se pelearon y terminaron detenidos.
El hecho, que recién trascendió este viernes, comenzó cerca de las 16 del miércoles cuando la mujer se hallaba en la puerta de su casa, en el interior de la villa 1-11-14, y fue sorprendida por cinco hombres que la subieron a un vehículo y se la llevaron cautiva.
Unos minutos más tarde, los secuestradores iniciaron las llamadas extorsivas a la familia de la mujer, que realizó la denuncia.
Entonces, comenzó a intervenir el fiscal federal en turno, Ramiro González, y la División Antisecuestros de la Policía Federal, que intervino los teléfonos y supervisó el acuerdo para el pago de 160.000 pesos de rescate para la liberación de la víctima, de nacionalidad boliviana.
El fiscal dispuso el monitoreo del pago sin proceder a su interrupción, por lo que la hija de la víctima llevó el dinero en una bolsa a una casa ubicada frente a la suya, en la villa 1-11-14.
Allí, dos hombres vestidos con ropa deportiva tomaron el rescate y escaparon por los pasillos, pero los efectivos decidieron no seguirlos para no poner en riesgo a la chica.
Posteriormente, los delincuentes volvieron a llamar a la hija para decirle que faltaban 20.000 pesos, pero la joven les aseguró que ella les había dado todo el dinero y les pidió que liberaran a su madre.
Como los policías habían fotografiado los billetes entregados, que sumaban 160.000 pesos, se dieron cuenta de que se trataba de un problema entre los secuestradores y lograron intervenir otros tres teléfonos.
En varias comunicaciones, los delincuentes se reclamaban el dinero entre sí y uno de ellos manifestó que iba a ir a buscar el "paquete" (por la víctima), pero que se le había quedado el auto en inmediaciones de Avellaneda y La Torre, en Villa Ballester.
Luego, otro de los miembros de la banda le indicó a un cómplice que la mujer estaba en Washington y Capdevilla de la misma localidad, por lo que se estableció una vigilancia encubierta en el lugar.
De allí salió y regresó dos veces un Toyota Corolla negro y en la última oportunidad se lo interceptó en la avenida Márquez, donde los policías detuvieron a tres hombres que tenían en su poder los teléfonos intervenidos y parte del dinero del rescate.
Posteriormente, los efectivos irrumpieron en un domicilio de la calle Capdevilla al 7200, ya que tenían indicios de que la víctima podría hallarse allí, pero no fue hallada.
En el lugar, fueron detenidos otros dos sospechosos, quienes también poseían varios teléfonos y casi 20.000 pesos cada uno entre sus ropas.
Además, en una mesa había otros 10.000 pesos desordenados, por lo que en total se recuperaron 50.000 pesos del rescate pagado.
En ese lugar, había un depósito descubierto de grandes dimensiones con una pequeña construcción en sus fondos, un Volkswagen Vento, dos camiones y una casa rodante equipada, sin tractor, de la cual fueron secuestrados un pasamontañas, ropa de mujer, un rollo de cinta de embalar y un recipiente con un liquido amarillo similar al orín.
Posteriormente se determinó que la patente del Vento pertenecía a un Peugeot 307, que según se desprende de la investigación, había sido el vehículo utilizado para secuestrar a la víctima.
Según los pesquisas, mientras se desarrollaban los allanamientos, la secuestrada fue liberada en Pablo Podestá y a las 0.45 llegó a su casa en buen estado de salud general, aunque presentaba un golpe y un corte en la frente.
La mujer declaró que la habían secuestrado cinco hombres que no conocía en un auto de alta gama oscuro cuya patente coincide con la del Vento secuestrado y describió su lugar de cautiverio como el allanado en la calle Capdevilla.
La víctima dijo que estuvo en el interior de la casa rodante, que hizo sus necesidades en un balde blanco y que fue liberada en otro auto similar al Toyota secuestrado.
5 de diciembre de 2014
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