El fotógrafo que retrató la huída de De la Rúa en 2001

Alberto Haliasz esquivó pedradas, balas y gases lacrimógenos para escribir parte de la historia.

“Es una profesión que tiene privilegios”, comienza Alberto Haliasz, más conocido en el ambiente periodístico como “Palito”. Él, como tantos otros reporteros gráficos, escribió con su lente parte de la historia que, tras una década desde el estallido social de 2001, aún impacta en las retinas de los argentinos. Sólo que su trabajo se destacó por un detalle: fotografió la huída del presidente.


Es cierto, Haliasz es un predilecto. Y tiene motivos: “Como laburantes de esta profesión vimos las dos caras de la realidad: una invadida por la impotencia del hambre, y la otra por la desidia de cómo todo se iba de las manos”, relata. El fotógrafo frena la conversación, se toma su tiempo para digerir lo ocurrido en aquella fatídica jornada, como si el remolino que ocasionaron las 39 muertes por represión y el escape de Fernando De la Rúa todavía le apretasen el estómago.


Documentar lo que pasó remite a que hoy existan anclajes simbólicos para la sociedad. Ahí aparece Palito, quien esquivando balas de goma y pedradas, logró retratar al helicóptero presidencial despegando de la Casa Rosada para la tapa de la revista colombiana Cambios. Una imagen que se inmortalizó en todo el mundo y que guarda un significado extra para su autor ya que es el tercer helicóptero que retrata con malos presagios. Los otros dos fueron el de Perón, cuando arribó a la Plaza de la cual echaría a Montoneros y el del abandono de la Rosada por parte de Isabelita en 1976.


“Fue una de las cosas que más me dolió –recuerda- aunque lo que más me impactó fueron las palmeras de la Plaza quemándose con la bandera argentina flameando al costado. Fue una metáfora perfecta de lo que ocurría”, analiza el ex corresponsal de guerra y ex fotógrafo de la agencia Télam.


¿Te ves como un hombre que escribió parte de esta historia?
No sé si es tan así. Lo que sé es que cumplimos con otra misión, la de inmortalizar ese momento. Y, con el correr de los años, te das cuenta que tu trabajo toma más cuerpo. Es una sensación fuerte.


¿Sabías que tu trabajo iba a pasar a los anales del periodismo como un acto heroico?
Para nada. Menos teniendo en cuenta que todo comenzó como una jornada más de reportero gráfico.  Si bien se sabía que había tensión, con el correr de las horas todo fue creciendo y en el momento no tenés tiempo de reflexionar. Primero gatillás la cámara, después pensás. Hoy entiendo que fue un buen trabajo, pese a que sea doloroso.


Pastilla


Como corresponsal de guerra, Haliasz estuvo en El Golfo Pérsico en '91, en Croacia cuando se firmó el tratado de paz en 1995 y en Ángola en 1996. “Al día siguiente de la liberación de Kuwait City –rememora el reportero-, en las afueras estaban las trincheras con soldados sauditas (aliados) y cuando me ven la credencial, escrita en árabe pero que decía “argentino”, me nombran a Maradona, a Menem y a Sabatini y yo les digo: “Maradona, my friend” y los soldados me hicieron una alabanza. Automáticamente sacaron la bandera de la antena de un tanque, la autografiaron y me la entregaron para que se la dé al Diego. Nunca tuve la oportunidad de hacerlo. Tengo todo documentado”.

 

20 de diciembre de 2011

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