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Espinoza tiene todos los frentes abiertos y a Balestrini en coma

El ACV que sufrió el vicegobernador hace diez días complicó el escenario. Las cenizas del volcán político aún flotan en el ambiente matancero. Piqueteros y Ledesma, al acecho.
Martes, 20 de abril de 2010 a las 18:58
Por A. Cancelare

El intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, está en una disyuntiva: la de completar su mandato con el grupo “leal” que ha sabido construir o acordar una “paz duradera” con las otras tres agrupaciones que conforman el poder territorial matancero y que responden directamente, como él, al vicegobernador Alberto Balestrini, hoy en un estado crítico de salud.

El accidente cerebro cardiovascular que sufrió hace diez días, que se agrava con el correr de las horas, encendió inmediatamente las alarmas políticas en los centro políticos más importantes del poder nacional y provincial, pero fundamentalmente puso a la intemperie el delicado equilibrio que reinaba en el distrito que lo tiene como conductor desde hace poco más de una década, cuando en un apretado resultado le ganó la elección como intendente a Lidia Satragno, Pinky.

Con su llegada a la Cámara de Diputados de la Nación, primero, y a la vicegobernación hace dos años, Balestrini desligó la responsabilidad de la firma de las decisiones políticas que todavía él asumía, en su delfín Fernando Espinoza.

A medida que fue ganando terreno propio, Espinoza, ratificado electoralmente hace dos años, fue incorporando algunos aspectos propios a la gestión, que encendieron las primeras luces de alarma en Balestrini. Pero el punto de implosión en la relación entre ambos se desencadenó cuando Espinoza fue tentado  -en 2008- por el entonces jefe de gabinete, Sergio Massa, para que ocupara un cargo de relevancia en el gobierno nacional. En ese momento, Balestrini le reprochó a su "ahijado político" -en durísimos términos- lo que consideró una deslealtad. El vicegobernador consideró que había sido Espinoza quien con sus actitudes había abierto la puerta para la convocatoria de Massa.

Espinosa no fue a la jefatura de gabinete, se quedó en el municipio, pero la relación entre ambos referentes no fue la misma. Si bien nunca lo exteriorizaron, las segundas líneas supieron interpretar el intento de autonomía del jefe comunal y pasaron a jugar el juego de “halcones y palomas”, leales y no tanto.

Hoy, junto con las interminables muestras de dolor y solidaridad, se generan comentarios sobre los pasos a seguir de Espinoza, ante la incertidumbre que genera la más que endeble salud del vicegobernador y hombre de equilibrio en toda la Provincia.

Tres dirigentes de primerísimo nivel consultados, y que en todos los casos pidieron la mantención del anonimato, le dijeron a este medio que “no creo que comience una caza de brujas como algunos suponen… Pero no descartes que más de uno presente la renuncia o algún concejal, en el mediano plazo, ya anuncie un bloque propio”.

Otro menos diplomático cree que vendrá “una ratificación de un nuevo estilo. Sin Balestrini, él (por Espinoza) debe, obligatoriamente, tomar el rol de conductor y eso seguramente dejará secuelas, y las discusiones que antes no se escuchaban comenzarán a hacerse sentir”.

Sin embargo, los problemas del oficialismo matancero no se reducen al plano interno sino por las amenazas externas. La casi segura candidatura de Julio Ledesma a la jefatura comunal (con guiños de un sector del kirchnerismo) le agregará un nuevo condimento. Y tampoco es descabellado  suponer que si Francisco De Narváez lo ubica como “único candidato”, el diputado nacional y secretario general del gremio mercantil en la región oeste no vuelva a realizar una pirueta y se acerque al ganador de las últimas elecciones generales en el territorio bonaerense.

Además, los grupos sociales, agrupados en el frente que integran la Corriente Clasista y Combativa y Barrios de Pie, conducidos por Juan Carlos Alderete y Jorge Ceballos, respectivamente, retomarán su plan de lucha y solicitarán el acceso a los planes que aún le siguen vedados. Esa ofensiva caerá sobre Espinoza.

Ante todos estos desafíos, nadie duda que los rezos por una pronta mejoría del vicegobernador Balestrini son más que sinceros de parte del intendente Espinoza.

 

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