En una de las primeras llegadas de Felipe Solá al Conurbano, el paredón impuesto por el intendente de Pilar, Humberto Zúccaro, fue inquebrantable. El acto fue realizado el viernes 20 en un salón familiar. Durante toda esa semana se suponía que iba a ser en el mítico Club Unión, a metros de la Municipalidad. Pero el evento tuvo su traspié un día antes. Un colaborador del jefe comunal habría tramitado la suspensión con un sólo llamado a las autoridades del club.
Horas antes, los felipistas estaban buscando dónde hacerlo sí o sí por el cambio abrupto que debían realizar para no tener que posponer el acto que llevó a gran parte de los dirigentes de la Primera Sección.
El viernes por la mañana, el centro pilarense amaneció con carteles y panfletos en contra del ex gobernador. La ira de los principales organizadores llegó a oídos de Solá, quien le dedicó un párrafo aparte al intendente Zúccaro: “Queremos un mundo de gente digna en política, no de héroes. Dignidad que no ha tenido el intendente de Pilar, porque lo conozco hace muchos años y sabe que cuando me pidió ayuda se la di, sin preguntar nada”.
Cuando muchos no lo esperaban, el jefe comunal le dio la espalda a Solá y provocó la sorpresa –y enojo- de muchos presentes. “Pensábamos que nos iban a dejar hacerlo tranquilo en Pilar”, expresó un felipista a 24CON.
El intendente no tardó en responder y en diálogo con este diario dijo que “Solá sigue creyendo que con soberbia atropella a todos. Ya dejó de ser Gobernador, aunque él siga pensando que lo es. En Pilar va a tener que caminar mucho. Todos lo conocemos muy bien”.
Por otro lado, aclaró que “nunca habían alquilado el lugar, yo no impedí nada. Lo que sí digo es que mínimo me tendrían que haber llamado como lo hace cualquiera y listo, bienvenido. Si quieren entrar al distrito a hacer política, todo bien pero que levanten el tubo del teléfono. Tienen que respetar que el territorio es del intendente”.
Zúccaro no ahorró críticas hacia el ex gobernador. También lo comparó con el diputado nacional Francisco De Narváez: “Él sí es un señor, le tengo el mayor de los respetos pero Solá cómo va hablar de inseguridad si tiene 30 personas que le cuidan la casa que tiene en General Rodríguez”.
Y remató: “Yo no traicioné a Néstor Kirchner, él si”.