Insólito: Falta un paciente del Open Door y nadie se había dado cuenta

Su hogar fue Morón sur. Andrés, con más de 60 años, se ganaba la vida haciendo changas. Fue remisero hasta que se quedó sin auto y en los últimos meses se desempeñaba como pintor, sin embargo un accidente cerebro vascular lo obligó a reclutarse en la casa de su hija. El cuadro clínico dio paso a un cuadro psiquiátrico y diagnosticado como demente senil fue internado. Primero pasó por el Hospital Paroissiene de Isidro Casanova desde donde lo trasladaron a Open Door. El 5 de noviembre, pocas semanas después de la internación en el psiquiátrico de Luján, desapareció. 

El silencio fue la única respuesta que recibieron los familiares por parte de las autoridades del Hospital Interzonal Especializado Neuropsiquiátrico Colonia “Dr. Domingo Cabred”, conocido por su técnica de puertas abiertas (Open Door). “Creo que ni se habían dado cuenta de que faltaba un interno” explicó a 24CON la pareja de Andrés, Nancy Peireti.

Andrés Ramón Avalos esperaba en el Cabred hasta que la burocracia de la Ciudad de Buenos Aires lo aceptase en el Hospital Borda, “después del Paroisienne lo internamos en el Open Door, pero como ahí lo golpeaban, le robaron toda la ropa, quería llevarlo al Borda, entonces lo dejé una semana más. Cuando lo fui a buscar ya no estaba. Traté de hablar con las autoridades o los médicos, pero nadie me decía nada. En la comisaría me explicaron que es común que se escapen, después encuentran los cadáveres guiados por el olor. Pero yo no voy a esperar a que tenga que morirse para encontrarlo”.

La denuncia por la desaparición fue radicada en la comisaría de Open Door, y está en manos de la Unidad Funcional de Defensa Civil Nº 2 de Morón, sin embargo casi un mes después de la desaparición no hubo respuestas por lo que los familiares de Andrés comenzaron a pedir ayuda por mail y a recorrer comisarías. “Como no nos decían nada empecé la cadena de mails” explicó Cristian, sobrino de Avalos, “el 1 de diciembre cumplió años, y ni siquiera sabemos donde está”.

Empleados del hospital explicaron a 24CON que es común que los internos se fuguen ya que la ex colonia posee 600 hectáreas con poca vigilancia y que muchos pacientes van hasta el pueblo a comprar cigarrillos o a tomar alcohol. Desde la municipalidad de Luján confirmaron que es recurrente la desaparición o pérdida de algún “loco”.

“Ese domingo – recordó Nancy - lo busqué con un interno, recorrimos como tres horas una parte del campo, pero no encontramos nada. Después recorrimos con un camión. Voy todos los domingos a recorrer los alrededores y a consultar en los hospitales y comisarías pero no saben nada. En el hospital no me dan respuestas, es como si nadie fuera culpable”.

El Hospital Cabred cuenta con varios antecedentes oscuros sobre muertes, desapariciones o fuga de personas que luego eran encontradas muertas entre los campos sembrados de soja que rodean a los pabellones. El caso más trágico ocurrió en abril de 2008 cuando un paciente fue atacado por una jauría de perros en uno de los campos del Open Door y murió a causa de las heridas.

La colonia Doctor Cabred supo ser un establecimiento modelo a principio del siglo pasado ya que había sido diseñado y construido para autoabastecerse. Campos, animales de corral, una usina eléctrica y plantas de tratamiento de residuos eran atendidos por los mismos internos a quienes se les recetaba este tipo de tareas como parte de su recuperación. Con los años el esplendor desapareció, y hoy con alrededor de 1000 pacientes apenas puede sostenerse.

“Nadie nos dio respuestas, nadie nos explicó que pasó, fueron otros internos quienes nos confirmaron que la última vez que lo vieron fue el miércoles 4 de noviembre, desde el hospital no nos quieren atender” finalizó Patricia, hija de Andrés quien junto con Nancy y el resto de su familia lo siguen buscando, sabiendo que el sábado se cumplirá un mes de su desaparición sin haber conseguido todavía información alguna.

 

El Hospital Open Door saltó a la escena pública cuando en 1985 desapareció la doctora Cecilia Giubileo que trabajaba en el nosocomio desde hacía siete años y fue encontrada muerta en otro psiquiátrico cercano, la Colonia Montes de Oca. Aunque se trataron distintas hipótesis, la más grave sostenía un negocio macabro de tráfico de órganos y experimentos con pacientes, el caso nunca fue resuelto.

 

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