Explotó la burbuja

¿Nunca más será seguro vivir en un country?

Dicen que los delitos tienen que ver con las internas por el control de la seguridad. Se triplicaron los robos, pero intentan bajar el tono: "Todavía no bajó el precio de la propiedad"

Marta escuchó voces que provenían del piso de abajo antes de la cena. Instantes después, tres sujetos armados y encapuchados la sorprendieron a ella y su esposo. Los tiraron boca abajo, los amordazaron con unas toallas y les exigieron dinero mediante un simulacro de fusilamiento en el que colocaron un arma en la boca de los dueños de casa. Se llevaron un botín de sesenta mil pesos y joyas.


A Daniel, en cambio, los delincuentes lo encontraron durmiendo, al igual que a su familia. Eran las dos de la mañana y el atraco duró unos interminables 10 minutos, aunque el susto persistirá mucho más. Los ladrones sólo se llevaron 500 pesos y algunos objetos de valor en una rápida huida al creerse descubiertos.


Estos hechos nada tienen de extraño, salvo el tiempo y el lugar. Ambos sucedieron en casas ubicadas en countries del Conurbano Bonaerense y con tan sólo tres días de diferencia. El primero ocurrió el lunes, en el tradicional “Tortugas”, de Pilar. El último sucedió el jueves, en el barrio privado “Las Praderas”, del mismo partido. 

 

En lo que va del año, se registraron 32 robos en countries del Conurbano bonaerense y esta cifra triplica la cantidad de casos ocurridos el año pasado, cuando para esta época había únicamente nueve. Sin embargo, con las agencias de seguridad nuevamente en la mira, algunos arriesgan cierta “complicidad” con los delincuentes, mientras que otros lo desmienten y aseguran que es una cifra ínfima de delitos en relación a que ocurren muros afuera. 24CON indagó en las causas del fenómeno.

Ruptura de la burbuja


“Durante la década del 90 se construyó esta suerte de fantasía neoliberal  de crear islas o burbujas de riqueza dentro de un contexto del Conurbano que es muy pobre y evidentemente ahora se empezó a pinchar”, explica Alejandro Aníbal Terriles, Presidente del Colegio de Sociólogos de la Provincia de Buenos Aires.


“El trasfondo de esta cuestión, por lo que trasciende, está muy relacionado con la política de seguridad de la Provincia, ya que aparentemente se instaló la idea de cierta interna entre la custodia por controlar este negocio millonario. Esta pelea entre facciones y bandas para regular el negocio de la seguridad privada me parece la hipótesis más correcta”, arriesgó.


Para el especialista, esta relación estaría presente desde los inicios de los barrios “El significado del ‘country’ nació como una manera de protegerse de todo el proceso de pauperización de los sectores sociales del Conurbano, en donde hay localizaciones con todos los servicios a metros de villas miseria en donde falta todo. Un contraste social que se puede ver por ejemplo como caso paradigmático en el partido de San Isidro, donde de un lado está la Horqueta y del otro La Cava”.


Por eso la explicación acerca de estos hechos de violencia sería más profunda que una simple ola de

casos. “El tema de la seguridad es serio, involucra políticas que se ocupen de programas sociales que resuelvan la desigualdad social y la falta de perspectiva de los jóvenes, algo mucho más abarcativo de lo que plantean los medios en estos casos”, aseguró.


Pero al parecer estos episodios de inseguridad no repercutieron aún en el mercado inmobiliario. “No se aprecia una caída generalizada de valores, aunque sí que  los potenciales compradores, en virtud de los últimos hechos, se asesoran de manera mucho más pormenorizada acerca de los sistemas de seguridad del country o barrio cerrado”, afirmó el arquitecto José Rozados, Presidente de Reporte Inmobiliario S.A.
“El fenómeno, por ahora, ha generado una reacción por parte de los propietarios actuales sobre como extremar las condiciones de seguridad recurriendo a enrejados y alarmas y de persistir la amenaza es probable que tenga efecto futuro en las valuaciones a favor de las viviendas localizadas en áreas más centrales o en aquellos countries que no hayan sufrido episodios de inseguridad”, afirmó.

Iguales hechos, más violencia


 A pesar del impacto mediático de los hechos de inseguridad en barrios privados en corto tiempo, la comparación con lo que sucede puertas afuera es el principal argumento para los que defienden la seguridad de los countries. “Según nuestra estadística, solamente el 0,03 del total de delitos que se producen tienen lugar en countries o barrios privados y esto se mantiene desde hace años”, sostuvo Jorge Juliá, gerente de la Federación Argentina de Clubes de Campo (FACC).


“Es falso pensar que los countries son ‘invulnerables’, siempre puede pasar algo  y más si tenemos en cuenta la inseguridad general del país, no escapan a esa realidad, no son una ‘burbuja’”, aseguró y agregó que en general para esta época aumentan los robos pero luego las estadísticas tienden a bajar.
“Todo el sistema de seguridad depende de las amenazas existentes y cuando cambia la amenaza, cambian las precauciones. Los delincuentes saben donde hay plata, donde pueden conseguir algo, hay inteligencia previa, pero son conscientes que no es fácil y que es peligroso para ellos”.


Sin embargo, desestimó que estos hechos recientes atenten contra el concepto de seguridad de estos lugares. “La realidad es que todos los hechos que ocurrieron fueron esclarecidos por la policía, tiene una alta tasa de resolución porque siempre quedan huellas que son detectadas y ayudan a la investigación”.
También se encargó de distinguir que “lo más novedoso es la violencia, despertarse con un revolver en la cabeza en un barrio cerrado era impensable”, aunque recalcó que puede suceder dentro y fuera de los límites de los muros, y que un country “Es un lugar razonablemente seguro, preparado para las amenazas previsibles y que genera nuevas medidas para las que se van apareciendo”. 

Los sospechosos de siempre


Cada vez que la inseguridad golpea estos lugares exclusivos, las agencias de seguridad vuelven a ser el foco de las acusaciones. Según la Dirección General de Fiscalización de Agencias Provincial, a fines del año 2009 se realizó un empadronamiento que depuró a la mitad del padrón (de 800 inscriptos quedaron 400) y a 33 de ellas se les retiró la habilitación en lo que va del año por irregularidades.

Sin embargo, desde la Cámara Argentina de Empresas de Seguridad e Investigación (CAESI) responden los rumores y califican como “facilismos” las acusaciones que involucran a empleados de la seguridad privada en los delitos.


Así lo entiende Marcelo Durañona, Gerente Ejecutivo de la Cámara: “La empresa de seguridad es una empresa de servicio, y no existe ninguna que pueda prometer o que le diga a sus clientes que ahí no va a haber delitos. Cuanto más se invierte hay menos posibilidades de sufrir un hecho delictivo, pero nunca es imposible". “En los countries, el costo de seguridad es importante en el total de las expensas y cada comisión interna elegirá el plan que considere adecuado, pero no hay que llegar al extremo de pensar  que con una entrada, una barrera y dos vigiladores en la puerta es seguridad, porque no lo es”, explicó.


Y aclaró que cree que este año el tema se instaló en los medios de comunicación como nunca y que no considera conveniente la sobreexposición, porque  “Alimenta posibles hechos a futuro, ya que es probable que muchos delincuentes vean que es posible entrar, más allá de que la proporción de delitos al interior es ínfima en comparación a otros puntos del Conurbano”.


Con respecto a las posibles vinculaciones de los miembros de las empresas a posibles ex agentes policiales separados de la fuerza en las “purgas” por corrupción, minimizó la posibilidad ya que para él “No hay otra actividad que sea tan controlada como la seguridad privada, y todos los que puedan tener malos antecedentes civiles, o de la época de la dictadura, no se habilitan”.


Y sobre la posible participación de personal en la “venta de datos” o “liberación de zonas”, aclaró que “Es un facilismo decir que es un vigilador, con la cantidad enorme de personal que ingresa por día desde plomeros, carpinteros, personal doméstico y visitas. A los empleados se les realiza un pedido de antecedentes para  darlo de alta que excluye a los que tengan un prontuario civil o penal y el más interesado en que se cumpla es el dueño de la empresa, aunque no quita que pueda haber casos aislados, pero es la excepción, como en cualquier orden de todas las actividades”, aclaró.


Pero más allá de estas posiciones, resulta evidente que estos casos ponen un alerta sobre cualquier garantía de seguridad y ya se trate de casos aislados o una nueva modalidad delictiva en auge, parece reafirmar que nadie está exento de sufrir algún episodio.   


19 de abril de 2010

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