Hallan a un anciano asesinado en Las Cabañas
Mamani: macabro crimen hace temer lo peor
Lo encontraron enterrado en un descampado. Hacía dos años que lo buscaban. Por el caso fue detenido un joven que también está sospechado por la desaparición de Clemente Mamani, el albañil que desapareció hace tres meses en el barrio El Pilar.
El joven llegó algo nervioso a la comisaría de Villa Ariza. Después de todo, estaba a punto de sacarse de encima una escalofriante historia que lo agobiaba desde hacía dos años. Por eso, el miércoles pasado no anduvo con vueltas. Enseguida contó que su hermano había matado a un hombre para quedarse con su casa y que lo había enterrado en un descampado del barrio Las Cabañas. Una comisión policial salió de inmediato hacia el lugar y en pocos minutos corroboró todos sus dichos: el cadáver de Francisco Rodríguez Ocampo apareció enterrado a menos de un metro de profundidad. Dos horas después, cuando detuvieron al hermano del denunciante, el círculo se cerró con otro detalle inquietante: resultó ser Armando Javier Olson, el mismo que está implicado en la desaparición de Clemente Mamani, un albañil al que hace tres meses le usurpó su casa del barrio El Pilar.
Por el estado en que fue encontrado el cuerpo de Rodríguez Ocampo, un anciano que vivía solo en su casa de Moreno, de donde misteriosamente desapareció el 14 de mayo de 2007, habrá que esperar los estudios de ADN para verificar su identidad.
Pero fuentes allegadas a la investigación confiaron a 24ITUZAINGO que sus familiares reconocieron varias de las prendas de vestir que fueron encontradas por la policía junto al cadáver.
Desde un comienzo, la causa está a cargo del fiscal de Moreno Federico Luppi, quien imputó a Olson porque varios testigos lo acusaron de haber intentado quedarse con la casa de Rodríguez Ocampo tras su desaparición.
Pero es todo lo que parece haber hecho el fiscal. La investigación estuvo virtualmente paralizada hasta el 15 de marzo pasado, cuando el nombre de Olson volvió a quedar implicado en otro caso similar que reveló 24ITUZAINGO: el de Clemente Mamani.
Ese día, Mamani, un anciano de 71 años que se gana la vida como albañil y cartonero, fue visto por última vez cuando dos hombres se lo llevaron en auto de su casa de Santos
Dumont 642.
Una hora después, Olson y su novia, Cintia Aballay, se instalaron en su casa y empezaron a cargar todas sus pertenencias en una camioneta de la secretaría de Acción Social del municipio.
El que la conducía era el abuelo de la novia de Olson, Juan Miranda, un empleado de la municipalidad de Ituzaingó que vive en Cura Brochero 1623, a tres cuadras de lo de Mamani.
Ante la gravedad de la situación, los vecinos llamaron a la policía, que expulsó a Olson y a su novia de la casa, y dio intervención a la fiscal de Ituzaingó Natalia Luppi, quien inició una causa por usurpación y averiguación de paradero. Miranda, en tanto, fue suspendido en su trabajo y la municipalidad le abrió un sumario administrativo.
Pero la causa abierta por la fiscal de Ituzaingó tuvo el mismo destino que la de su par de Moreno: engrosar las polvorientas pilas de expedientes que se acumulan en las oficinas judiciales. Curiosamente, recién ordenó un allanamiento en la casa de Miranda, donde también vivían Olson y su novia, dos semanas después de la desaparición de Mamani y cuando el caso ya había tomado estado público.
Ahora, gracias a la confesión del hermano de Olson la investigación parece haber encontrado un rumbo definitivo. Pero Mamani sigue sin aparecer. Y los vecinos, que este domingo harán una marcha para reclamar justicia, tienen cada vez menos esperanzas de encontrarlo vivo. El hallazgo del cadáver de Rodríguez Ocampo es la peor señal.
Por el estado en que fue encontrado el cuerpo de Rodríguez Ocampo, un anciano que vivía solo en su casa de Moreno, de donde misteriosamente desapareció el 14 de mayo de 2007, habrá que esperar los estudios de ADN para verificar su identidad.
Pero fuentes allegadas a la investigación confiaron a 24ITUZAINGO que sus familiares reconocieron varias de las prendas de vestir que fueron encontradas por la policía junto al cadáver.
Desde un comienzo, la causa está a cargo del fiscal de Moreno Federico Luppi, quien imputó a Olson porque varios testigos lo acusaron de haber intentado quedarse con la casa de Rodríguez Ocampo tras su desaparición.
Pero es todo lo que parece haber hecho el fiscal. La investigación estuvo virtualmente paralizada hasta el 15 de marzo pasado, cuando el nombre de Olson volvió a quedar implicado en otro caso similar que reveló 24ITUZAINGO: el de Clemente Mamani.
Ese día, Mamani, un anciano de 71 años que se gana la vida como albañil y cartonero, fue visto por última vez cuando dos hombres se lo llevaron en auto de su casa de Santos
Dumont 642.
Una hora después, Olson y su novia, Cintia Aballay, se instalaron en su casa y empezaron a cargar todas sus pertenencias en una camioneta de la secretaría de Acción Social del municipio.
El que la conducía era el abuelo de la novia de Olson, Juan Miranda, un empleado de la municipalidad de Ituzaingó que vive en Cura Brochero 1623, a tres cuadras de lo de Mamani.
Ante la gravedad de la situación, los vecinos llamaron a la policía, que expulsó a Olson y a su novia de la casa, y dio intervención a la fiscal de Ituzaingó Natalia Luppi, quien inició una causa por usurpación y averiguación de paradero. Miranda, en tanto, fue suspendido en su trabajo y la municipalidad le abrió un sumario administrativo.
Pero la causa abierta por la fiscal de Ituzaingó tuvo el mismo destino que la de su par de Moreno: engrosar las polvorientas pilas de expedientes que se acumulan en las oficinas judiciales. Curiosamente, recién ordenó un allanamiento en la casa de Miranda, donde también vivían Olson y su novia, dos semanas después de la desaparición de Mamani y cuando el caso ya había tomado estado público.
Ahora, gracias a la confesión del hermano de Olson la investigación parece haber encontrado un rumbo definitivo. Pero Mamani sigue sin aparecer. Y los vecinos, que este domingo harán una marcha para reclamar justicia, tienen cada vez menos esperanzas de encontrarlo vivo. El hallazgo del cadáver de Rodríguez Ocampo es la peor señal.