Autorizan la caza de ardillas para combatir la plaga
Los concejales aprobaron una norma para controlar a los animales que causan inesperados problemas.
A estos animales los llevó Julio Steverlynck, un industrial extranjero. Según publica Lanoticia1, al principio estaban alojadas en un jaulón y tiempo después liberaron a las sobrevivientes en quienes no tenían esperanzas que vivieran.
Las ardillas no sólo lograron adaptarse al ecosistema sino que comenzaron a reproducirse y a generar problemas a los ciudadanos.
La norma prohíbe "la introducción, exposición, tenencia, traslado, comercialización, trueque y entrega a título gratuito u oneroso de ejemplares de la especia exótica". Además respecto a la caza establece que "queda impedida la caza, captura, persecución, hostigamiento, tortura y abandono de las ardillas".
Lo que abre la posibilidad de la caza de las mismas es la aclaración que queda establecida en la normativa donde están exceptuadas de la prohibición la persecución que obedezca a "razones de salud pública, uso científico y control de la población, con la debida autorización de las autoridades competentes".
Los concejales entienden que las ardillas "han registrado numerosos daños, tanto a los sistemas productivos como a los sistemas naturales (consumo de frutos, flores y semillas, descortezamiento de árboles, rotura de mangueras de riego) y a los servicios urbanos (rotura de cables de telefonía, televisión y electricidad)".
19 de octubre de 2011