Las figuras de Perón y Evita, el flamear de las banderas, los bombos y los estruendos se multiplicaron frente a la Casa Rosada y los alrededores del centro porteño
La liturgia peronista, con música y colores, volvió hoy a la Plaza de Mayo en forma multitudinaria y festiva para celebrar el Día de la Militancia y poner el cuerpo como expresión de apoyo al Gobierno nacional, tras estar casi dos años encorsetada por las limitaciones del coronavirus y en el inicio de una nueva etapa luego de las elecciones parlamentarias.
Los organizadores resguardaron el espacio de la Pirámide de Mayo, donde se encuentran las piedras que dejaron familiares de fallecidos por Covid: así se busca evitar que se vandalice ese homenaje, tal como ocurrió el pasado 17 de octubre.
Las figuras de Perón y Evita, el flamear de las banderas, los bombos y los estruendos se multiplicaron frente a la Casa Rosada y los alrededores del centro porteño, en una celebración que desbordó de manifestantes sindicales y sociales y también familias que se acercaron desde puntos remotos del país para renovar el fervor de quienes empujan desde el territorio las ideas del movimiento peronista.
Las ciudades del conurbano y los nombres de sus intendentes también estuvieron presentes en carteles que rodearon a un enorme escenario, preparado para las palabras del Presidente, único orador del encuentro.
"Espero que el Presidente nos dé fuerza para militar estos dos años que quedan, que podamos salir y estar mejor; estoy re contenta porque hace un montón que no había una marcha de estas dimensiones", le dijo a Télam Luna, una joven militante del Movimiento Evita, de 21 años.
Las figuras de Perón y Evita, el flamear de las banderas, los bombos y los estruendos se multiplicaron frente a la Casa Rosada y los alrededores del centro porteño
La imagen del presidente Alberto Fernández y de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner también se replicó en carteles y pancartas en las calles y arterias que rodean la Plaza de Mayo.