Mónica Liliana Cruz desapareció el viernes pasado por la noche cuando salió de su casa de la localidad bonaerense de Tristán Suárez. Con el correr de las horas, los familiares de la mujer de 38 años desconfiaron de su expareja, que había sido denunciada en reiteradas oportunidades por violencia familiar. Tras ser detenido, el hombre confesó que asesinó a la víctima y que arrojó su cuerpo al costado de la ruta 205, en Cañuelas.
Fuentes policiales informaron a TN.com.ar que después de que la familia de Cruz denunció su desaparición, las autoridades del partido de Ezeiza demoraron e interrogaron a la expareja. En su declaración, el hombre se quebró y contó que había matado a la víctima con una soga y descartó su cuerpo al costado de la Ruta 205.
De inmediato, la policía llegó al lugar que había señalado el acusado y encontraron el cuerpo de la víctima. La mujer estaba en un descampado tirada boca abajo tapada con una frazada de color roja.
El pasado 1° de abril, Mónica había realizado la tercera denuncia contra el sospechoso por amenazas y violencia familiar. "Había pedido el botón antipánico y estuvo en la Fiscalía pero no le dieron importancia al tema hasta que pasó esto", criticó Alan, uno de los hijos de la víctima. "El hombre tenía la perimetral, pero no la cumplía y los patrulleros lo dejaban siempre libre", agregó.
"Mi madre vivió once años de sufrimiento. Este hombre llamado Juan la agredía cuando que podía. Siempre iba atrás de ella con el fin de hacerle daño y el viernes pasado no estuve yo para cuidarla", expresó, en diálogo con Crónica. Según contó, el femicidio ocurrió cuando la víctima fue a buscar una plata que su ex le tenía que dar para pagarle la medicación de un hijo que tuvieron.