Le escribieron a Papá Noel por Facebook y él respondió
Una ONG realizó una campaña solidaria que le sacó sonrisas a más de 360 chicos de barrios carenciados. Cómo la armaron.
La Asociación Civil sin fines de lucro SonRisas entregó más de 360 regalos de navidad a bebes, chicos y adolescentes de barrios postergados de Monte Grande, provincia de Buenos Aires, en el marco de una actividad en la que cada uno había podido escribirle una carta a Papá Noel para pedirle el regalo soñado.
A pesar de las distintas situaciones que atraviesan estos chicos y sus familias, todos se sintieron iguales al presenciar la llegada del Papá Noel de ocasión al Centro Social y Solidario que esa organización tiene en el barrio Lauda de esa localidad del partido de Esteban Echeverría.
Así se sintió Morena con su pequeños tres años, cuando logró sacarle todo el envoltorio a la caja que le tocó y descubrió que alguien había escuchado su deseo y que esa muñeca, una beba que habla, se había vuelto realidad.
Lo mismo le pasó a Sebastián, ese joven que festejó hasta las lágrimas cuando encontró entre sus manos la tantas veces soñada remera de River.
Así como Sebastián y Morena, también hubo nenas que consiguieron las zapatillas que querían, bebés que recibieron su primera cuna, pelotas, botines, autos a control remoto, y hasta el caso de un chico de 4 años, Joan, quien recibió el andador pediátrico con el que espera poder dar sus primeros pasos.
La actividad navideña de SonRisas, que apuntó mostrarle a los chicos que sus sueños se pueden cumplir y que hay quien los escuche, comenzó hace un mes.
Para poder cumplir cada deseo el equipo de voluntarios de SonRisas aplicó un sistema muy simple aunque no menos trabajoso: cada chico se sacó una foto con la carta que le escribió a Papá Noel y esas fotos fueron subidas a la red social Facebook (https:\\www.facebook.com\CreaSonRisas) para que allí todo el que quisiera pudiera elegir a que niño apadrinar, con solo hacer un comentario sobre una de las imágenes.
La buena recepción que esa actividad tuvo en la gente hizo que cada tanda de aproximadamente 100 fotos que se subió a Facebook tardara menos de 24 horas en reunir a todos los padrinos necesarios para hacerse cargo de los regalos.
Después fue el tiempo de juntarlos en distintos puntos de recepción, envolverlos y conseguir un flete para llevarlos hasta Monte Grande.
Pero más allá de lo anecdótico y lo pintoresco de la actividad navideña, SonRisas es una Asociación Civil sin fines de lucro cuyo centro emplazado en Monte Grande abre sus puertas de lunes a sábado con su atención enfocada en los chicos que enfrentan los padecimientos de la pobreza y la exclusión.
Está conformada por un equipo de voluntarios y no responde a ningún partido político, ningún interés económico, ni creencia religiosa.
Con la premisa de unir a “quienes quieren ayudar con quienes necesitan ayuda”, en el Centro Social y Solidario se busca darles a esos niños un marco de contención donde puedan desarrollar una infancia sana y donde puedan expresarse y aprender algunos de esos valores que los acompañarán para siempre.
Además de las actividades recreativas, en SonRisas los chicos cuentan con clases de apoyo escolar, canto, guitarra, danzas, cocina, peluquería, fotografía y otros tantos talleres que varían según la época del año.
Con el aporte de donaciones de empresas y particulares, SonRisas gestiona también los recursos para acercarles a las familias con las que trabaja, elementos para mejorar su calidad de vida, “empezando por asegurarles la necesidad básica de la alimentación”, según se indica en el propio sitio web de esa organización (http:\\www.creasonrisas.org.ar).
En el mismo se destaca que “Sonrisas trabaja generando alianzas con tres actores fundamentales” como “la Familia, la Escuela y el Estado”.
La organización nació en 2004 y en un principio se dedicó a realizar actividades semanales en distintos barrios del partido de Esteban Echeverría, algo que cambió a partir de la apertura del nuevo Centro durante este año.
El centro está instalado donde antes funcionaba una panadería: ese fue el dato de color que llevó a su presidente, Martín Ferreira, a escribir en la revista bimensual de la organización que donde “hasta hace muy poco funcionaba una panadería, hoy estamos amasando esperanzas”.
25 de diciembre de 2012