El comisario que asumió en  Escobar está acusado de encubrir un prostíbulo

A cinco días de hacerse cargo de la comisaría 1ª tuvo que viajar a Pergamino para sentarse en el banquillo. "Eso no le impide trabajar, no es culpable de nada", dijo quien lo designó a 24CON.

Por Andres Randazzo
El comisario Vara, durante la protesta. (Foto: El Día de Escobar)
Los incidentes del 4 de abril pasado sobre la calle Rivadavia al 400, en Escobar, aceleraron los cambios en la comisaría 1º. Un grupo de manifestantes que supuestamente pertenecían al sindicato de remiseros cortaron la calle durante más de cinco horas frente a la agencia Baires. Según los vecinos se trataba de una “zona liberada”. La policía tardó en llegar y cuando lo hizo, era tarde: en medio de la protesta incendiaron un auto y destruyeron varias vidrieras. El comisario Carlos Vara se presentó en el lugar de los hechos. Las imágenes lo muestran empuñando un arma y, según los testigos, habría disparado balas de goma contra algunas personas.

Luego de los incidentes, la Cámara de Remiseros, la Cámara de Comercio y la Defensoría del Pueblo de Escobar solicitaron públicamente “una profunda investigación” sobre el comportamiento de las fuerzas de seguridad ese día.

Entonces el comisario mayor Alejandro González, jefe de la Departamental Zárate-Campana, tomó cartas en el asunto y relevó a Vara. La medida se hizo efectiva el pasado sábado. “La decisión no sólo fue tomada por los incidentes, es una cadena de hechos que veníamos siguiendo. Lo de la calle Rivadavia precipitó las cosas y la gente pedía un cambio. También lo hicimos para cuidarlo a él”, señaló González a 24CON.

Gabriel  Romera, el comisario acusado (Foto: El Dïa de Escobar).
Mientras se espera por el sucesor de Vara, fue designado de manera interina al frente de la comisaría 1º Gabriel Gustavo Romera. Oriundo de la ciudad de Rojas, Romera tiene 46 años y está desde hace un mes en Escobar. También estuvo al frente de la comisaría de Campana y Lima (Zárate). Sin embargo, su paso por Pergamino es el que hoy lo persigue. A cinco días de su designación en el partido del norte del Conurbano, debió viajar a Pergamino ya que se encuentra imputado en un juicio contra la trata de blancas. Lo acusan de encubrir el accionar de un boliche donde funcionaba un cabaret, que traía mujeres desde Paraguay. 

“El Caso Spartakus”, como lo llaman en Pergamino, ocurrió hace cinco años cuando luego de un allanamiento liberaron a 15 mujeres paraguayas (dos de ellas menores de edad) que eran obligadas a prostituirse. Por el hecho, nueve personas comenzaron a ser juzgadas en la mañana del jueves. Romera estuvo sentado en el banquillo de los acusados. “Por entonces era funcionario policial y estaba a cargo de la inspección del lugar”, señaló a este medio un periodista de esa ciudad que sigue el caso de cerca. En el juicio desfilarán más de 100 testigos y se estima que durará unos 40 días: por ese lapso Romera deberá viajar a Pergamino a diario.

“La causa es de 2007 y tendrá que ir porque es uno de los imputados. Pero no es que está condenado, cualquier ciudadano puede ser imputado pero eso no le impide ejercer su función. Hasta que no se compruebe en el juicio, no es culpable de nada”, agregó el comisario mayor Alejandro González a este medio.

10 de mayo de 2012
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