El ministro de Economía, Martín Guzmán, tiene previsto reunirse este martes con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, con la buena noticia de que fue ratificada en su puesto por el directorio del organismo.
El Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional expresó la noche de este lunes que la investigación sobre el comportamiento de su actual directora gerente cuando se desempeñó en el Banco Mundial "no demostraba de manera concluyente un papel inadecuado" y expresó "plena confianza en el liderazgo y la capacidad para continuar desempeñando eficazmente sus funciones".
De esta manera se expresó el directorio del FMI en torno a su revisión de la investigación del informe Doing Business 2018 del Banco Mundial en el cual se acusó a la jefa de la entidad, la búlgara Georgieva, de presionar indebidamente a sus subordinados para ajustar una clasificación a favor de China en 2018 mientras ejercía como directora ejecutiva del Banco Mundial.
Georgieva aludió a última hora del lunes al comunicado del FMI. "Me complace que luego de una revisión exhaustiva e imparcial de los hechos, la junta ejecutiva del FMI esté de acuerdo en que las sospechas eran infundadas", dijo y agradeció a la junta por la confianza en su liderazgo.
Guzmán encabezó este lunes un encuentro de trabajo con el staff del FMI en Washington, en el que se abordaron aspectos técnicos de la negociación para la reestructuración de la deuda por US$ 44.000 millones que la Argentina tiene con el organismo.
El ministro inició así una semana en la que mantendrá una serie de reuniones con funcionarios del organismo y de otros países, en el marco de la Asamblea Anual del organismo y el Banco Mundial (BM), así como de la cumbre de ministros de Economía del G20 y del G24.
El Gobierno argentino busca avanzar en un nuevo programa que permita resolver el problema de la deuda que contrajo el gobierno de Mauricio Macri en 2018 con el organismo multilateral de crédito.
Al participar por la tarde en un acto en la provincia de Tucumán, el presidente Alberto Fernández, confirmó que el jefe de Gabinete, Juan Manzur, viajará en las próximas horas a los Estados Unidos para sumarse a la comitiva del ministro Guzmán. "Mañana o pasado se va Juan a acompañarlo para la negociación con el Fondo Monetario", dijo el Presidente.
Fernández avanzó con el tono de campaña de los últimos días, cargó contra la oposición y coqueteó con un endurecimiento de la posición en torno a la deuda con el Fondo. "Los que ahora nos dicen que tienen todas las soluciones nos dejaron plantada una deuda de 19.000 millones de dólares para el año que viene que hay que pagar", dijo. "A la deuda le decimos que no. Basta de endeudarnos. Es la postergación; la pagan todos los ciudadanos y ciudadanas de la Argentina. Al desendeudamiento le decimos que sí, siempre que no sea a costa del hambre y de la miseria de nuestro pueblo", agregó.
De la reunión de este lunes en Washington participaron por parte de la Argentina el presidente del Banco Central (BCRA), Miguel Pesce, y el director por el Cono Sur ante el FMI, Sergio Chodos, mientras que los funcionarios del FMI fueron Julie Kozack, subdirectora del Departamento para el Hemisferio Occidental; y Luis Cubeddu, jefe de la misión para Argentina.
Fuentes del Palacio de Hacienda informaron que en esta reunión se abordaron aspectos técnicos de la negociación para reestructurar el fallido acuerdo Stand By por US$ 45.000 millones que Argentina firmó con el organismo en 2018.
Los países de Latinoamérica crecerán más de lo esperado este año, en buena parte por el veloz aumento de los precios de las materias primas que apuntalan sus exportaciones y a medida que avanza la recuperación, aunque desigual, de la pandemia del COVID-19, dijo el martes el Fondo Monetario Internacional (FMI). Entre ellos, se destaca el fuerte crecimiento de la Argentina, cuya proyección se elevó hasta el 7,5% este año.
La Argentina, tercera economía latinoamericana, verá una expansión de 7,5% este año, con un avance de 1,7 puntos porcentuales respecto a las proyecciones de abril, beneficiándose de la fuerte alza de los precios de los granos que exporta, aunque la demanda podría verse afectada por la dinámica cambiante de producción y consumo en China.
En su informe semestral Perspectivas Económicas Mundiales (WEO), el organismo elevó la estimación de crecimiento económico de la región en su conjunto a 6,3%, un aumento de 0,5 puntos porcentuales respecto a la proyección anticipada emitida en julio y 1,7 puntos porcentuales por encima de los cálculos en su último informe oficial de abril.
El escenario latinoamericano se produce a pesar de un ajuste a la baja para los motores económicos de México y Brasil, ambos con recortes de 0,1 porcentuales en sus estimaciones para este año en relación a las cifras de abril. El FMI prevé ahora que Brasil se expandirá en 5,2% en 2021 y 1,5% en 2022, en medio de un rápido ciclo de ajustes de condiciones monetarias para controlar la inflación.
México, que suele reflejar en buena parte los trastornos de su principal socio comercial, Estados Unidos, se expandirá un 6,2% este año y un 4% el próximo, con pequeñas diferencias porcentuales bajistas frente al panorama en julio, indicó el informe.
A nivel global, el Fondo recortó el martes la proyección de crecimiento al 5,9% en 2021 y espera una expansión de 4,9% en 2022, ante el menor impulso de grandes economías que presentan dificultades en sus cadenas de suministros y encaran una inflación elevada, aunque las perspectivas de precios continúan ancladas con miras a mejorías en el mediano plazo.
El FMI advirtió sobre la disparidad que sigue gestándose en la recuperación económica de la región, marcada por divergencias en las campañas de vacunación del COVID-19 y en el uso de apoyos monetarios desde los bancos centrales.
"Las economías emergentes y en desarrollo, que afrontan condiciones financieras más ajustadas y mayor riesgo de desanclaje de las expectativas inflacionarias, están retirando su respaldo monetario más rápidamente a pesar de los declives importantes en producción", dijo el reporte.
En su informe, el FMI destacó el aumento de su índice de referencia de insumos industriales, en particular el cobre, cuya demanda se fortalecerá más a medida que se produzca el cambio al uso de energías más limpias, si bien la trayectoria actual sigue siendo dependiente de las compras de Asia.
Chile, el principal productor de cobre del mundo, crecerá un 11% en 2021 y un 2,5% en el 2022, respaldado por los precios del metal básico y por el éxito de su programa de inoculación contra el COVID-19 que ha permitido reactivar su economía. Las expectativas para el año próximo, de todas formas, decaen en vista de los efectos externos, como la demanda de China.
Perú, donde la campaña de vacunación avanza lentamente, podrá ver una recuperación casi total de su PIB este año al crecer un 10%, luego de la grave recesión en la que cayó en 2020, y marcará un avance de 4,6% para el 2022, según el Fondo.
Pero la actividad en 2022 se moderará, ya que la región se ve afectada por eventos globales como escaladas en disputas comerciales, una crisis en expansión en el sector inmobiliario de China y las dudas sobre si Estados Unidos podrá lograr un acuerdo de largo plazo sobre el límite de su deuda, aspectos que podrían hacer tambalear a los mercados financieros.
Entre otros obstáculos, el FMI indicó que las economías en desarrollo "tendrán presiones inflacionarias que persistirán debido a los elevados precios de los alimentos, de la energía y a una depreciación cambiaria que subirá los precios de los bienes importados".
A la delegación argentina se sumará Manzur, quien se reunirá con inversores en Nueva York, en un evento previsto para finales de semana, en la que será su primera misión oficial en el exterior desde su asunción como jefe de ministros, el pasado 20 de septiembre.
Más temprano, Guzmán participó de la reunión de ministros del G24 en la que se pidió intensificar las medidas de financiamiento a países en desarrollo para apuntalar la salida de la crisis del Covid-19, entre las que mencionó la recanalización de los Derechos Especiales de Giro (DEG) emitidos por el FMI hacia los países de ingresos bajos y medios que más precisan de ese apoyo.
El grupo de países que integran Argentina, Colombia, Perú, Brasil, India, Sudáfrica y México, entre otros, elogió las respuestas a la pandemia y los programas relacionados con las vacunas lanzados por el FMI, el BM, el G20 y bancos multilaterales de desarrollo, pero afirmaron en un comunicado conjunto que "se necesita hacer más".
En ese sentido, destacaron la asignación de US$ 650.000 millones en DEG del FMI para impulsar la liquidez global, aunque pidieron "una recanalización significativa de los DEG de los países con fuertes circunstancias externas a los países vulnerables de ingresos bajos y medianos que necesitan apoyo".
El pedido de reasignación de DEG es uno de los principales argumentos para paliar la crisis que Guzmán llevará el miércoles 13 a la cuarta cumbre de ministros de finanzas y presidentes de bancos centrales del G20 que, bajo la presidencia italiana, discutirá los temas de interés de la Argentina, antes de la Asamblea anual del Fondo.
Uno de estos temas es la propuesta de la Argentina de eliminar las sobretasas de interés que pesan sobre los países que recibieron créditos del FMI por niveles muy superiores a su cuota.
Al respecto, el Gobierno negó este lunes que el FMI haya definido rechazar esa propuesta, una información publicada por la mañana por la agencia Bloomberg en la que se aseguró que la junta directiva del organismo habría definido rechazar la iniciativa de la Argentina y otros países en una supuesta reunión informal ocurrida el mes pasado.
"Es una nota sin sustento y sin fuentes", aseguraron fuentes del equipo económico a Télam, que destacaron que en el propio material de Bloomberg "el FMI manifestó que no hay definiciones y el Ministerio de Economía lo mismo".
El gobierno argentino negocia con el organismo una reestructuración de la deuda de US$ 45.000 millones tomada durante el mandato del expresidente Mauricio Macri en 2018, un crédito originalmente por US$ 56.000 millones, unas 10 veces la asignación de la nación con el Fondo.
Según fija su estatuto, el Fondo cobra una tasa de 200 puntos básicos, o 2 puntos porcentuales, sobre los préstamos pendientes por encima del 187,5% de la cuota de un país, aumentando a 300 puntos básicos si un crédito permanece por encima de ese porcentaje después de tres años, lo cual implicaría a la Argentina un costo extra de unos US$ 900 millones al año si se mantuvieran estas condiciones, de acuerdo con cálculos del Ministerio de Economía.
"En el contexto de la pandemia, una suspensión inmediata de los recargos, mientras se revisan las políticas, ayudaría a los países a recuperarse y debería ser considerado", afirmó Guzmán sobre este tema luego de la primera reunión del año de Ministros de Finanzas del G-24, que tuvo lugar en abril de 2021, donde tuvo el apoyo de éstos para que el FMI elimine o reduzca "significativamente" las sobretasas.