Del Conurbano a EEUU: el plan de Guaymallén para despachar 100 mil alfajores por mes
Se trata de la primera exportación de la historia de la empresa. El próximo miércoles saldrá el primer embarco rumbo a Miami, con más de 20.000 unidades. Creada en 1945, la compañía está en manos de Hugo Basilotta y de su mujer -hija del fundador- y presidenta, Cristina Fernández.
Guaymallén llega a los Estados Unidos. La famosa marca del sur del conurbano bonaerense, líder en el mercado según datos del sector, comenzará a exportar sus tradicionales alfajores la semana próxima.
Así lo anunció el dueño y vicepresidente de la compañía, Hugo Basilotta, a través de su cuenta de Twitter. "Pese a la pandemia que nos tiene mal, estoy muy contento porque a partir de la semana que viene en todo Estados Unidos se conseguirá el caviar", informó el empresario, que se convirtió en una excéntrica celebridad de la red social, donde comparte sus opiniones sobre la política, la economía, el fútbol, y, claro, los alfajores.
Con la aprobación de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), es la primera vez que la empresa, con 76 años de historia, vende sus elaboraciones fuera del mercado nacional (hasta ahora se conseguían por medio de revendedores), un proyecto que Basilotta ideó el año pasado, junto a su hija, Lorena, directora del área de comercio exterior de la firma.
El miércoles próximo saldrá el primer embarque, un envío que estará a cargo de JetCargo, compañía de transporte internacional de cargas. En la primera tanda, Guaymallén despachará un total de 20.160 unidades en sus cuatro sabores: blanco y negro con dulce de leche, blanco con frutas y la versión de membrillo.
En diálogo con El Cronista, padre e hija brindaron detalles de la nueva apuesta. "Será una prueba piloto. Se repartirán en cinco pallets, con 56 cajas cada uno. Cada caja contiene 4032 alfajores (12 paquetes con packs de seis unidades)", detalla Basilotta hija. La empresa aspira a exportar 100.000 unidades mensuales en el corto plazo.
La distribuición estará a cargo de Patagonia Distribution, una firma con base en Miami, fundada y liderada por un argentino, que trabaja con otras marcas del rubro también. En un principio, el target serán las cadenas de supermercados.
En el país, hoy un Guaymallén, se vende a un precio sugerido de $ 25. Según una encuesta realizada por Infokioscos, es el alfajor más elegido en los kioscos, seguido por Jorgito y Fantoche, con un market share del 20%, de acuerdo a la empresa.
En cambio, en los Estados Unidos alcanza u$s 1 en las tiendas físicas y de e-commerce de los revendedores. Todavía no se definió a qué valor lo comercializará Patagiona Distribution.
"El objetivo es cubrir varios estados, comenzando por La Florida, Nueva York, Nueva Jersey y Texas", explica Basilotta padre. "Si funciona como tenemos pensado, la intención es mandar más unidades en el segundo envío, para abastecer también a máquinas expendedoras y gasolinerías", anticipa.
La idea de exportar cobró impulso durante la pandemia, pero se gestó antes de ella. "Es un pendiente que hace tiempo queremos concretar. Después de tantos años de trayectoria en la industria, pensamos que era hora de encarar nuevos desafíos", cuenta Lorena, y, confiesa que el lanzamiento se dilató porque "llevó tiempo presentar todos los papeles para internacionalizar la marca".
Justamente, en un principio, se consideró realizar la primera incursión en la Unión Europea, pero finalmente se eligió a los Estados Unidos, dado que el proceso burocrático de autorizaciones resultó más sencillo.
"Es un mercado interesante, donde creemos que el producto va a pegar. Hay una comunidad grande de argentinos instalados allí, como así también muchos latinos en distintas ciudades", analiza Hugo, y agrega que no requirió un desembolso alto para desembarcar en el país: "Es un costo bajo porque solo se paga el derecho de exportación y el etiquetado, no se montó ninguna línea de producción nueva, ya que el producto es el mismo que se vende en la Argentina".
En este sentido, Guaymallén aspira a hacerse un lugar dentro de la góndola de comestibles importados, apelando a la nostalgia de los expatriados. "La jugada es arriesgada. Es un país donde los gustos son muy diversos y el sector está muy desarrollado. Pero confiamos en que el condimento de lo autóctono va a prender. La oportunidad está en el nicho", opina Lorena.
A futuro, la compañía prevé continuar su expansión en el exterior, en mercados europeos y del Mercosur, como España, Paraguay y Uruguay. "Nos interesa llegar a estas plazas también", señala Hugo.
Para ello, resultará clave la inauguración de una planta de producción en la localidad bonaerense de Carlos Spegazzini, en el partido de Ezeiza, que demandó una inyección de u$s 3 millones. La apertura se demoró por la cuarentena y ahora se espera para mayo.
Allí, prevé elaborar un millón de alfajores, para así ampliar su producción diaria de dos millones de unidades a tres, que actualmente, se concentra en la fábrica que posee en el barrio porteño de Mataderos, que ocupa media manzana. La proyección de la nueva unidad productiva es emplear, en forma directa a más de 100 personas, que se sumarán a los 200 trabajadores actuales.
En 2020, las ventas de Guaymallén cayeron un 20% y la producción bajó un 10% versus 2019. "Fue un año complejo, no estuvimos exentos del golpe que sufrió la industria alimenticia. Pero apuntamos a levantarnos rápidamente. En los quioscos, la mitad de las ventas de golosinas fueron alfajores durante la cuarentema", dice Hugo.
Pese a la crisis, la empresa se esperanza con que la situación repunte en 2021 y se prepara para una alta demanda en el mercado interno, especialmente, en esta época del año, por el comienzo de las clases. "Nos enfocaremos en abastecer la demanda local y, a medida que sumemos mayor capacidad, seguiremos adelante con la expansión", sostiene el empresario.
Creada en 1945 por Ulpiano Fernández, hoy la compañía está en manos de su yerno, Basilotta, quien la administra junto a su mujer y presidenta, Cristina Fernández, y sus cuatro hijos, que se desempeñan en el rol de directores.
Según la Asociación de Distribuidores de Golosinas y Afines, en la Argentina se consumen 70 unidades por segundo y el alfajor es la golosina más comprada. La ingesta anual alcanza las 800.000 toneladas y seis millones de unidades por día.
El año pasado, las ventas bajaron un 16,5% interanual, con una facturación un 11,9% menor, de acuerdo a la consultora de investigación de mercado Nielsen.