La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) detectó a un grupo de más de 900 contribuyentes que le esconden sus cuentas en el exterior al organismo recaudador argentino, en las que hay alrededor de U$S 2.600 millones.
La AFIP lo detectó gracias a un acuerdo de intercambio de datos tributarios con los estados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Las 950 cuentas que no fueron declaradas tienen cada una importes mayores al millón de dólares. Según fuentes del organismo, al menos hay 700 evasores, que en sus declaraciones juradas no consignaron poseer activo en el exterior del país.
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Cabe destacar que la administración de Mauricio Macri tenía información sobre estas cuentas desde 2017, pero no la utilizó para el blanqueó de capitales ni presionó a los evasores para repatriar esos fondos y que los declaren.
Esto coincide con un proyecto de ley, denominado "impuesto patria", que impulsa el diputado del Frente de Todos (FDT), Máximo Kirchner, iniciativa que es apoyada por el mismo presidente, Alberto Fernández, cuyo objetivo es gravar con un impuesto excepcional a quienes participaron en el blanqueo de capitales propiciado por el macrismo en 2017.
Al respecto, Alberto señaló que "es justo y razonable que aporten los que más han ganado, o los que más se beneficiaron con un blanqueo después de defraudar al Estado por no pagar impuestos".
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En ese contexto, lo más probable es que los evasores de esas 950 cuentas, ya identificados en su mayoría, sean alcanzados por todos los impuestos vigentes y, de ser aprobado, también por el "impuesto patria", más cuantiosas multas por defraudación fiscal.
En un contexto de crisis global por la pandemia del coronavirus, la que genera problemas económicos, productivos, sanitarios, educativos y en la alimentación de los sectores más vulnerables del país, la declaración de estas cuentas al fisco y el pago del impuestos a los Bienes Personales, serviría para que los que se enriquecieron aun más durante los años del macrismo, ahora, equilibren la balanza.