Denuncian que Terrabusi echó empleados por la gripe
Trabajo dictaminó que la empresa debía reincorporar a los 160 cesanteados. La empresa desestima que haya sido por la epidemia, pero los empleados lo ratifican. Alerta en la empresa ubicada en Tigre
El conflicto que se desató el 3 de julio dentro de la planta de Terrabusi Kraft, ubicada en Tigre, llegó a un final poco sorpresivo para los trabajadores: el Ministerio de Trabajo dictaminó la conciliación obligatoria y los 160 empleados que habían sido apartados de sus actividades, debieron ser reincorporados.
Tras ocho días de negociaciones que incluyeron cortes en la Ruta 9 (Panamericana), finalmente la cartera de Carlos Tomada decidió reafirmar su pedido de conciliación que, según dicen, ya había sido solicitado días antes y “desacatado” por Terrabusi. Pero las internas que desembocaron en el despido y la posterior reincorporación del personal, todavía, tiene una cara oculta: el por qué.
Por un lado, la empresa calificó de “intimidatorio” el reclamo que los trabajadores inauguraron aquel 3 de julio con la consigna de que “la empresa asuma la emergencia sanitaria y adhiera medidas de prevención” contra la epidemia de la Gripe A. Sin embargo, operarios de la planta dijeron a 24CON que “se trata de un plan de reducción de personal, pero enmascarado. Quieren pasar de 2800 a 800 personas”.
Al respecto, Maria Rosario, una de las delegadas de la comisión interna, confió a este medio que ellos decidieron hacer una serie de “asambleas cuando comenzó el asunto de la epidemia porque se necesitaban medidas preventivas que la empresa no tomó”.
Luego de la primera reunión, Terrabusi declara un asueto para el día sábado 4 de julio aduciendo que “será una jornada dedicada para la limpieza y puesta a punto” de las instalaciones. Rosario negó esta situación al comentar que: “al lunes siguiente, llegamos a la compañía y nada había cambiado. Seguimos trabajando durante un tiempo sin alcohol en gel y sin barbijos”.
Entonces, se volvieron a juntar en asamblea a principios de agosto y decidieron parar la actividad. En un comienzo suspendieron “la parte de chocolates” y más adelante cortaron toda la producción. “Cuando llegamos el 6 de agosto, nos encontramos con todos estos despidos”, indicó la delegada. Las razones: “los telegramas dicen que fue por cómo resolvimos agruparnos por el tema de la Gripe A. Claramente nos echaron por la Gipe A”, finalizó.
Representantes de la firma denunciaron que, en ese entonces, “las actividades no pudieron retomarse por la violenta toma” que los empleados habrían hecho del edificio de administración de Kraft Foods Argentina. Dos versiones, temporalmente, opuestas.
Tras ocho días de negociaciones que incluyeron cortes en la Ruta 9 (Panamericana), finalmente la cartera de Carlos Tomada decidió reafirmar su pedido de conciliación que, según dicen, ya había sido solicitado días antes y “desacatado” por Terrabusi. Pero las internas que desembocaron en el despido y la posterior reincorporación del personal, todavía, tiene una cara oculta: el por qué.
Por un lado, la empresa calificó de “intimidatorio” el reclamo que los trabajadores inauguraron aquel 3 de julio con la consigna de que “la empresa asuma la emergencia sanitaria y adhiera medidas de prevención” contra la epidemia de la Gripe A. Sin embargo, operarios de la planta dijeron a 24CON que “se trata de un plan de reducción de personal, pero enmascarado. Quieren pasar de 2800 a 800 personas”.
Al respecto, Maria Rosario, una de las delegadas de la comisión interna, confió a este medio que ellos decidieron hacer una serie de “asambleas cuando comenzó el asunto de la epidemia porque se necesitaban medidas preventivas que la empresa no tomó”.
Luego de la primera reunión, Terrabusi declara un asueto para el día sábado 4 de julio aduciendo que “será una jornada dedicada para la limpieza y puesta a punto” de las instalaciones. Rosario negó esta situación al comentar que: “al lunes siguiente, llegamos a la compañía y nada había cambiado. Seguimos trabajando durante un tiempo sin alcohol en gel y sin barbijos”.
Entonces, se volvieron a juntar en asamblea a principios de agosto y decidieron parar la actividad. En un comienzo suspendieron “la parte de chocolates” y más adelante cortaron toda la producción. “Cuando llegamos el 6 de agosto, nos encontramos con todos estos despidos”, indicó la delegada. Las razones: “los telegramas dicen que fue por cómo resolvimos agruparnos por el tema de la Gripe A. Claramente nos echaron por la Gipe A”, finalizó.
Representantes de la firma denunciaron que, en ese entonces, “las actividades no pudieron retomarse por la violenta toma” que los empleados habrían hecho del edificio de administración de Kraft Foods Argentina. Dos versiones, temporalmente, opuestas.