Sin embargo, el interlocutor desconoce que, encima, le pagan por ello. Un acto de presencia de Mariano Martínez como los que realiza por boliches del Conurbano bonaerense y el interior del país, cotiza alrededor de quince mil pesos. La labor de uno de los protagonistas de Valientes, sin duda de los últimos galanes brindados por las novelas, es –tal como su nombre lo indica- estar ahí. Tomar algo y saludar a quienes quieren un beso suyo.
De todas formas, no es el único. A su alrededor se encuentran actores algo menos conocidos y modelos de curvas inolvidables. El negocio, redondo para ambos: los dueños de las discotecas consiguen un cambio radical en la cantidad de asistentes a sus locales bailables, las celebrities abultan un poco más su ya abultada billetera, y la gente se va feliz por el beso de la beauty de turno.