No tan Feliz
Mar del Plata es la ciudad con mayor desocupación
Cuáles son los números del Conurbano.
El distrito de Mar del Plata-Batán tuvo en el segundo trimestre del año la tasa de desocupación más alta del país, con un 14,4 por ciento, mientras que San Luis registró el indicador más bajo, con un 1,9 por ciento de desempleo, informó hoy el INDEC.
El organismo dio a conocer las cifras desagregadas de desocupación, confirmando el 8 por ciento como tasa general para todo el país.
Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), hay en el país 994.000 personas desocupadas y 1.198.000 subocupadas.
En el Gran Buenos Aires, el indicador de desempleo llegó al 8,9 por ciento, en el Gran La Plata al 7,7 y en el Gran Rosario 10,8 por ciento.
El instituto estadístico completó los datos sobre la composición del 8,8% de desocupados que anunció el 21 de agosto. La proyección al total país se elevó a 1,43 millones de personas. La subocupación afecta a más de 1,6 M de trabajadores.
La información detallada corresponde a los 31 aglomerados urbanos del país que surgió de la última Encuesta Permanente de Hogares por parte del Indec.
En esta oportunidad arrojó los resultados sobre una población de 24,6 millones de personas. Se computaron 11,28 M que asistieron al mercado de trabajo en el curso del segundo trimestre, de los cuales 10,28 M obtuvieron un empleo de más de 35 horas semanales y 994 mil no.
Además, se detectó que en ese radio casi 1,2 millones de trabajadores no lograron en ese período obtener un empleo superior a las 35 horas semanales, pese a que tenían aspiraciones de hacerlo por más tiempo. De ahí que pasaron a revistar en la franja de los subocupados.
Pero, de acuerdo con las proyección de la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales del Ministerio de Economía, la población urbana total del país se estima que ascendió a fines de junio último a 36,22 millones de personas.
En comparación con igual periodo del año anterior, en el segundo trimestre de 2009 la tasa de actividad se mantuvo en 45,9%; la tasa de empleo bajó de 42,2% a 41,8%; la tasa de desocupación subió de 8 a 8,8% de la PEA y la tasa de subocupación pasó de 8,6% a 10,6% de la PEA.
A partir de allí, se calcula que el total de personas que concurrió al mercado de trabajo en forma activa, es decir que se encontraba ocupada o bien buscaba un puesto, se elevó a 16,3 M, unas 123 mil más que un año antes.
Sin embargo, en el caso de los empleados a jornada completa se proyectó que descendieron en 43 mil, con lo que el total de desempleados aumentó en algo más de 165 mil personas, a un total de 1,43 millones de trabajadores.
Del relevamiento del Indec surgió también que los aglomerados de más de 500.000 habitantes fueron los que sufrieron el efecto de la pérdida de empleos que generó la crisis con el campo, primero, y los efectos de la recesión internacional, después, en comparación con las poblaciones más pequeñas del interior del país.
En el primer caso, la tasa agregada de desocupación se incrementó de 8,2 a 9,2% de la población económicamente activa en el término de doce meses, en tanto en el segundo, por el contrario, se contrajo la masa de parados de 7,3 a 7,2% de la oferta laboral en ese apartado.
Esa aparente dicotomía tuvo su explicación en el denominado efecto desaliento para obtener un puesto de trabajo que predominó en los centros más pequeños, el cual se manifestó en la reducción de la masa de trabajadores de 41,5 a 41,1% de la PEA, en contraste con las grandes poblaciones donde ese indicador subió en una décima de punto porcentual, a 47,2 por ciento.
El organismo dio a conocer las cifras desagregadas de desocupación, confirmando el 8 por ciento como tasa general para todo el país.
Según la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), hay en el país 994.000 personas desocupadas y 1.198.000 subocupadas.
En el Gran Buenos Aires, el indicador de desempleo llegó al 8,9 por ciento, en el Gran La Plata al 7,7 y en el Gran Rosario 10,8 por ciento.
El instituto estadístico completó los datos sobre la composición del 8,8% de desocupados que anunció el 21 de agosto. La proyección al total país se elevó a 1,43 millones de personas. La subocupación afecta a más de 1,6 M de trabajadores.
La información detallada corresponde a los 31 aglomerados urbanos del país que surgió de la última Encuesta Permanente de Hogares por parte del Indec.
En esta oportunidad arrojó los resultados sobre una población de 24,6 millones de personas. Se computaron 11,28 M que asistieron al mercado de trabajo en el curso del segundo trimestre, de los cuales 10,28 M obtuvieron un empleo de más de 35 horas semanales y 994 mil no.
Además, se detectó que en ese radio casi 1,2 millones de trabajadores no lograron en ese período obtener un empleo superior a las 35 horas semanales, pese a que tenían aspiraciones de hacerlo por más tiempo. De ahí que pasaron a revistar en la franja de los subocupados.
Pero, de acuerdo con las proyección de la Dirección Nacional de Cuentas Nacionales del Ministerio de Economía, la población urbana total del país se estima que ascendió a fines de junio último a 36,22 millones de personas.
En comparación con igual periodo del año anterior, en el segundo trimestre de 2009 la tasa de actividad se mantuvo en 45,9%; la tasa de empleo bajó de 42,2% a 41,8%; la tasa de desocupación subió de 8 a 8,8% de la PEA y la tasa de subocupación pasó de 8,6% a 10,6% de la PEA.
A partir de allí, se calcula que el total de personas que concurrió al mercado de trabajo en forma activa, es decir que se encontraba ocupada o bien buscaba un puesto, se elevó a 16,3 M, unas 123 mil más que un año antes.
Sin embargo, en el caso de los empleados a jornada completa se proyectó que descendieron en 43 mil, con lo que el total de desempleados aumentó en algo más de 165 mil personas, a un total de 1,43 millones de trabajadores.
Del relevamiento del Indec surgió también que los aglomerados de más de 500.000 habitantes fueron los que sufrieron el efecto de la pérdida de empleos que generó la crisis con el campo, primero, y los efectos de la recesión internacional, después, en comparación con las poblaciones más pequeñas del interior del país.
En el primer caso, la tasa agregada de desocupación se incrementó de 8,2 a 9,2% de la población económicamente activa en el término de doce meses, en tanto en el segundo, por el contrario, se contrajo la masa de parados de 7,3 a 7,2% de la oferta laboral en ese apartado.
Esa aparente dicotomía tuvo su explicación en el denominado efecto desaliento para obtener un puesto de trabajo que predominó en los centros más pequeños, el cual se manifestó en la reducción de la masa de trabajadores de 41,5 a 41,1% de la PEA, en contraste con las grandes poblaciones donde ese indicador subió en una décima de punto porcentual, a 47,2 por ciento.