Policía habría matado un albañil por "portación de rostro"

 El viernes 16, en Villa Diamante, la Bonaerense persiguió y detuvo a un trabajador. Horas después lo “dejó” sin vida en un centro médico. Ahora familiares y amigos de Maxi Orellana marchan por justicia. 

“A Maxi lo pararon por portación de rostro”. La definición la hizo un miembro de la familia de Maximiliano Orellana, un albañil de Lanús que el 16 de septiembre perdió la vida tras pasar por las tenebrosas manos de la Policía Bonaerense. “Sabemos por vecinos que hubo detenciones arbitrarias ese viernes. Capaz que querían levantarlo para armar una causa y limpiar otra cosa, porque viste que ellos arreglan con todo, con los transas y delincuentes de acá del barrio, eso lo sabe todo el mundo. Uno va armando las piezas y algo oscuro hay porque pegarle como lo hicieron, no se fundamenta con nada”, completó el familiar, consultado por el sitio El Roble.

Según lo que pudo reconstruir la familia de Orellana, el joven trabajador llegó muy asustado a las puertas de una empresa harinerade la zona, pidiendo ayuda ya que agentes de la Policía “lo querían matar”. En eso, relatan desde la familia, “entra la policía y lo saca. Lo quieren agarrar, él se resiste, lo tiran al piso, le pegaron patadas, lo esposaron. El gritaba ’¡no estaba haciendo nada!’ Pasan vecinos que lo reconocen, porque acá nos conocemos todos, se acercaron y le dijeron que dejen de pegarle. A uno de los chicos que se acercó la policía le responde puteándolo, insultándolo, diciendo que no se metan y amenazando ’vení cárgalo vos al patrullero ya que tanto opinás’”, relata uno de los seres queridos de Orellana.

Maniobras para conseguir impunidad

La versión de la Policía es que apenas lo levantaron el albañil se descompuso y lo llevaron al UPA (Unidad de Pronta Atención) más cercano. Pero el relato de testigos dice que a Maximiliano lo detuvieron a las 17 horas de ese viernes y al UPA llegó recién a las 20. Lo más probable es que, entonces, durante esas tres horas lo hayan torturado en la comisaría. De hecho la familia afirma que “lo habían reconocido vecinos ingresando golpeado a la comisaría. Lo habían encerrado en un calabozo, se habían ido todos los policías y luego se escucharon gritos, que deducimos que es cuando lo torturan. Según la policía Maxi llegó vivo al UPA y ahí le agarró un infarto. Es mentira, porque en el UPA nos dijeron que él llegó sin signos vitales.”

Incluso hay quienes aseguran que los agentes policiales subieron a Orellana ya fallecido al patrullero en que lo trasladaron al UPA. Según el familiar del trabajador, “los policías desesperados lo trataban de reanimar dentro del patrullero, versión que fue confirmada por varios vecinos que vieron pasar a gran velocidad la patrulla camino al UPA. Así que él entró con vida a la comisaría quinta de Villa Diamante y salió sin vida.”

Otro elemento fundamental de la denuncia de la familia de Orellana refiera a las heridas halladas en su cuerpo. “Los vecinos afirman que él ya llegó con la cara amoratada a la harinera gritando que lo querían matar. El cuerpo tenía los labios amoratados, que no era del corazón como nos quieren hacer creer porque él tenía muchos golpes al costado de la cara, cortaduras o raspaduras en un costado. Golpes en la cabeza. En los puños de las manos tenía heridas que no se deben a su trabajo de albañil como nos dijeron. Él tiene en las manos picaduras, como picanazos y marcas de perdigones. La autopsia iba a estar en estos días. Pero hay fotos claras de quemaduras en los huecos de las manos, que son picanazos”.

Movilizados por justicia

La familia de Maxi Orellana se movilizó desde el primer momento para exigir el esclarecimiento del hecho y que se castigue a los culpables de la muerte del albañil.

En declaraciones a El Roble uno de los familiares de Maxi recordó que “la primera marcha fue a la comisaría, todos los vecinos y conocidos colaboraron con nosotros”. Pero en ese momento, aclara, “no hubo respuesta de nadie. El comisario después quiso salir a atender pero la familia no quiso entrar porque mienten. Mienten todo el tiempo y quieren tapar todo”.

“La segunda vez que marchamos, el viernes 23, se sumaron organizaciones políticas, fundaciones, nos acompañó muchísima gente y ahora el viernes vamos a marchar de vuelta. El ministro de Seguridad dijo que iba a vaciar la comisaría pero no pasó nada. Pero tampoco es que vacíen la comisaría y que manden a los policías a que maten otra persona en otra comisaría. Esa gente tiene que ser relevada de su cargo y juzgada, porque mataron por matar”, concluyó el familiar.

Fuente: LaIzquierdaDiario


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