Piden la indagatoria de Herrera de Noble, Magnetto y Mitre
La decisión de la querella surgió tras el peritaje que determinó que el precio de la venta de la empresa "no se ajustó al valor real de las acciones".
Osvaldo Papaleo, hermano de la viuda del dueño de Papel Prensa, David Graiver, afirmó que la querella pedirá la "inmediata indagatoria" de la dueña de Clarín, Ernestina Herrera de Noble, su CEO Héctor Magnetto, y el director de La Nación, Bartolomé Mitre.
La decisión surgió luego de que el peritaje sobre la venta de la empresa durante la dictadura concluyera que su precio "no se ajustó al valor real de las acciones". En el informe solicitado por Ercolini para determinar el precio de venta de Papel Prensa, intervinieron peritos de la Corte Suprema de Justicia y de todas las partes que establecieron que el valor total de los bienes "asciende a la suma de 24.144.521,49 dólares", distante del supuestamente pactado precio de 8,3 millones de dólares.
"Esa suma que ellos declararon que habían pagado nunca existió en realidad; sólo se depositaron 7 mil y 20 mil dólares que fueron pagados por el Estado con créditos del Banco Nacional de Desarrollo y la suma a la que arribaron coincide con lo que siempre declaró el representante de Graiver, Rafael Ianover", afirmó Papaleo en diálogo con Télam.
Otro aspecto que destaca el informe son los créditos otorgados por el Banade por un total de unos 37 mil millones de pesos en inversión de la planta de celulosa. "Después de dos años y medio que dependíamos de este informe, esperamos que ahora el juez cite a declarar a los principales imputados", dijo Papaleo en alusión a Noble, Magnetto, Mitre y al ex secretario de comercio de la dictadura, Raimundo Podestá.
En la causa judicial, los querellantes Lidia Papaleo de Graiver y Rafael Ianover (ex vicepresidente de la compañía), denunciaron que fueron obligados a ceder el paquete accionario de Papel Prensa a una sociedad mixta integrada por el Estado y los diarios Clarín, La Nación y La Razón, luego de ser secuestrados y torturados bajo el terrorismo de Estado, el 2 de noviembre de 1976, tres meses después de la muerte de su dueño, David Graiver, en un confuso accidente aéreo.