Denuncian al jefe de la policía federal por proteger barras

 La Asociación Salvemos al fútbol afirma que permitieron el escape de un delincuente acusado de secuestro extorsivo. La causa quedó en manos del juez Ramos

La Asociación Civil Salvemos al Fútbol denunció al comisario a cargo de la Policía Federal de la Ciudad, Guillermo Calviño, por encubrir al barrabrava de Boca Juniors Maximiliano Oetinger, quien tenía un pedido de captura por cometer un secuestro extorsivo. De acuerdo a la acusación, el funcionario –en un operativo coordinado con los barras- permitió la huída del delincuente en el partido en que Boca le ganó por penales a Nacional en la Bombonera por la Copa Libertadores.

La denuncia, presentada por Mariano Berges, también fue contra el comisario inspector Ponce y a los jefes de la barra de Boca, Mauro Martín y Rafael Di Zeo. La causa está a cargo del juez Sebastián Ramos, en el juzgado Criminal y Correccional Federal 2.

Todo comenzó cuando un policía reconoció que entre los barras estabaOetinger y alertó a sus superiores que lograron, gracias a las cámaras de seguridad, identificarlo. En ese momento, una persona se acerca por la espalda al barra buscado y le habla durante un minuto. Un instante después, había desaparecido. Berges acusa que alguien de la policía pudo haberlo alertado.

En el segundo tiempo del partido, Oetinger es reconocido nuevamente, hablando por teléfono y con otra ropa. Minutos más tarde se lo vio en medio de la barra brava de Boca, junto a los jefes. En ese momento, la orden de la policía era plantar una fuerte presencia policial en la puerta 14, por donde saldrían los barras, entre ellos el buscado.

Sin embargo, en ese momento y por orden de Calviño, se cambió la estrategia: ahora intentarían detenerlo en El Campito, un baldío a 500 metros de la cancha, donde se reúnen los barras después de los partidos. “La decisión obedece a una liberación de zona”, sostuvo Berges en la denuncia.

La 12 salió del estadio en una marcha con 500 personas todas en un mismo pelotón. “Cortos”, gritaba Di Zeo a los barras para que no se separaran y pudieran salir todos juntos del estadio. Sólo tres policías de la Federal filmaron el procedimiento con una cámara arriesgando su vida. “Si hubieran intentado detenerlos, habrían sido asesinados al instante”, dijo Bergés.

Minutos después, tres vehículos salieron de la zona: Dos camionetas y un auto, en el que se presume iba el hombre a detener. La policía detuvo a las dos camionetas y dejó ir al auto. Además, posteriormente se requisó a todos los integrantes de la barra que salían del estadio por esa zona.

No sólo era ineficaz dejar libre la puerta, si no que podría producirse un tiroteo o una batalla campal aprovechando la oscuridad, y especialmente la posibilidad de hacerse de armas dentro de los vehículos”, asegura la denuncia, que también apunta que las detenciones a la salida del estadio fueron para despistar la fuga.

 Los delitos que le imputan son encubrimiento, previsto por el artículo 277 inciso 1° del Código Penal. Sin embargo, Bergés dejó la puerta abierta para acusar el delito de asociación ilícita (artículo 210 CP).

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