Vecinos de La Plata sin seguridad y sin agua hace días

 Los vecinos de La Plata están indignads contra la empresa prestataria y el intendente municipalJulio Garro. La respuesta de la empresa, pese a los numerosos llamados de quejas, es siempre la misma: "estamos trabajando".

 

El clásico “estamos trabajando para resolverlo” se repite cada día, a cada hora, en las oficinas de la empresa Aguas Bonaerenses S.A. (ABSA) frente a los constantes reclamos de los vecinos de La Plata por la falta de agua.

Durante la noche, el suministro se reduce a un “hilito”, pero, al llegar la mañana, de las canillas no sale ni una mísera gota, lo que se agrava con el calor de los últimos días. Además, los vecinos se quejan porque la Municipalidad tampoco les da ninguna respuesta.

El problema comenzó hace unas dos semanas. Desde entonces, los vecinos de la zona de las calles 20 y 69, en La Plata, tienen que agudizar el ingenio para juntar un poco de agua. Es que cuando el sol empieza a aparecer y a castigar cada vez más con las altas temperaturas, el fluido desaparece y no regresa hasta bien entrada la noche.

“A la mañana sale poco y después de las 10 se corta todo el día”, contó Jesús, quien agregó que deben comprar agua mineral para los quehaceres básicos de la verdulería en la que trabaja. Por su parte,Héctor, enrejado en su kiosco para protegerse de la inseguridad de la zona, relató que los problemas se repiten por zonas y aunque “a veces la presión mejora, no alcanza para subir a los tanques”.

Por eso, como una forma de empezar a resolver la cuestión, pidió que se arreglen las “muchas pérdidas que hay en las calles”.

“Hay un problema”

Mientras los vecinos piden que ABSA dé una respuesta concreta, lo único que dice la empresa es que “hay un problema”. “Estamos trabajando”, es el otro “verso” que les da a los clientes. Sin embargo, los días pasan y nada se soluciona.

Para colmo, relataron los vecinos, la Municipalidad a cargo de Julio Garro tampoco se involucra en el tema, ni siquiera para sacar a los habitantes de La Plata de esta terrible situación. Los problemas se suceden día a día, sin distinción de edad ni de condición social.

Grandes y chicos sufren a diario esta falta de agua y de respeto y ya no saben qué hacer para refrescarse ante el sofocante calor. “Esto es un desastre”, se quejó Daniel, otro de los vecinos, quien, como única esperanza, sólo espera que llegue la lluvia para, así, tener de una vez por todas, un poco de agua a su disposición.

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